Las devoluciones
El interés por la logística inversa ha crecido en los últimos años, sobre todo debido a los altos porcentajes de devoluciones a los que las empresas tienen que hacer frente.
Esto ha permitido que se desarrollasen nuevas actividades que hasta hace pocos años eran prácticamente desconocidas en el mundo empresarial. En la actualidad, mientras que los minoristas están experimentando soluciones para reducir las devoluciones y mejorar la gestión de éstas, las cadenas más grandes también están explorando el campo de la logística inversa para reinsertar las devoluciones en la cadena comercial de manera eficaz y eficiente en cuanto a los costes, y, si es posible, recuperar parte del valor. Así, una buena política de devoluciones puede suponer ganar competitividad y fidelizar clientes. Vemos, pues, que se están abriendo nuevos ámbitos de actuación que pueden, si se aprovechan correctamente, conducir a nuevas estrategias de negocio para las empresas.
El medio ambiente
La logística inversa también gestiona aquellos productos que el usuario ha desechado, no porque se trate de productos defectuosos, sino porque han llegado al final de su vida útil. Son los llamados “productos fin de vida”. Estos productos pueden representar una oportunidad de negocio para muchos agentes económicos. Además, van a requerir una especial atención, ya que pueden suponer una nueva fuente de materias primas, siendo susceptibles, por tanto, de incorporarse de alguna manera en la cadena productiva.
La realización de todo este conjunto de operaciones propias de la logística inversa nos plantea cuestiones como las siguientes:
– ¿Qué alternativas hay disponibles para la recogida de productos, partes de productos y materiales?
– ¿Quién debe llevar a cabo dichas actividades?
– ¿Cómo deben llevarse a cabo dichas actividades?
– ¿Es posible integrar las actividades de la retrologística en los sistemas tradicionales de producción y distribución?
– ¿Cuáles son los costes y beneficios de la retrologística, tanto desde el punto de vista económico como medioambiental?
La logística inversa tiene que dar respuesta a todas estas cuestiones, y las empresas y agentes involucrados tienen que ser capaces de decidir qué hacer con los productos que reciben, cuál ha de ser su fin último, en qué punto de la cadena han de ser reintroducidos y si esto es conveniente, etc. Para tomar estas decisiones, los agentes involucrados deben conocer cuáles son las alternativas disponibles y cuáles son los resultados que se pueden obtener con su aplicación.